LA CASA DEL ÁRBOL
Si echamos la vista atrás, y rebobinamos hasta nuestra más tierna infancia, recordaremos cómo nos gustaba utilizar cualquier cobijo para reconvertirlo en una casita. Podía ser un refugio para nosotros solos o para compartir con amiguit@s; lo importante era la escala del mismo. Las medidas, intuitivamente, se adaptaban a nuestro tamaño y era ahí donde encontrábamos un espacio para jugar […]