raíces

UN CASO DE PUESTA EN OBRA DE CLT EN REHABILITACIÓN

Condicionantes de partida.

¿Por qué usar CLT en un caso como este?

El encargo consistía en la reconstrucción, manteniendo el volumen, de una edificación tradicional con destino a vivienda en el casco histórico de Santiago de Compostela, con acceso desde la rúa Raxoi, a escasos metros de la plaza del Obradoiro. Ésta cuenta con tres plantas, espacio bajo cubierta y un pequeño jardín elevado sobre la calle posterior.

El estado de la construcción no permitía la recuperación de los elementos estructurales y pisos de madera, ya que contaban con importantes pudriciones derivadas de las entradas continuadas de agua por la cubierta durante décadas de abandono. No obstante, la fábrica de mampostería, que conforma la estructura vertical de muros de carga, se encontraba en buen estado. La única intervención necesaria para garantizar su estabilidad era volverlos a cargar, comprimirlos.

Imagen 1: estado inicial. Fotos: Arrokabe Arquitectos

Las circunstancias personales del cliente hacían imprescindible acortar los tiempos y esta exigencia fue la razón principal de la elección del sistema estructural a base de paneles de CLT. Los que conforman los forjados descargan sobre los muros de fachada, y sobre dos costillas verticales que a su vez apoyan sobre los muros medianeros de mampostería. Estos elementos, que funcionalmente sustituyen a las vigas existentes, cuentan con los vaciados necesarios para el correcto funcionamiento de los diferentes espacios, y acotan la caja de escaleras. El sistema resulta espacialmente atractivo porque permite la utilización de un único material para resolver toda la nueva estructura, vertical y horizontal. Un material que en buena parte queda visto, lo que contribuirá a que una obra que responde a la lógica de la tectónica del sistema constructivo tradicional se diferencie de la estética habitualmente asociada. Esta cualidad fue, también desde las primeras conversaciones, un deseo expuesto por parte del cliente.

Imagen 2: Despiece de CLT ( Prefabricados) . Fotos: Arrokabe Arquitectos

La situación del inmueble en pleno casco histórico no es una circunstancia que favorezca una prefabricación que precisa de maquinaria de gran envergadura; pero el emplazamiento concreto, a escasos treinta y cinco metros de una plaza con acceso de tráfico rodado, y su pequeño jardín, que se usa para el acopio de material y para colocar una grúa, permitieron organizar una logística adecuada.

Imagen 3: Fotos de obra, colocación . Fotos: Arrokabe Arquitectos

Durabilidad natural y condiciones de contorno.

El talón de Aquiles.

Los muros de mampostería que forman la estructura vertical se conforman con dos hojas de piedra y un espacio entre ellas relleno de tierra y cuentan, no obstante, con elementos pasantes que conectan ambas hojas para garantizar su estabilidad (perpiaños y recercados de huecos). Tanto la tierra como la piedra granítica son dos materiales capaces de absorber gran cantidad de agua y esta última es, además, un buen conductor térmico, lo que puede derivar en condensaciones interiores. La presencia de humedad o agua líquida en dichos muros es un riesgo probable debido a diferentes causas, desde la entrada de agua por abandono o en la propia ejecución de la obra, hasta un remate mal resuelto en el encuentro con las edificaciones colindantes o la rotura de un conducto que un vecino haya podido introducir en el mismo mediante una roza. En consecuencia, si se apoya la estructura de madera directamente sobre ellos, parece razonable considerar una clase de uso 4.

EL CLT es un producto conformado en general con madera de coníferas de crecimiento rápido, en este caso, con pino gallego: Pino pinaster y Pino radiata. Estas maderas se consideran sensibles frente al ataque de termitas e insectos en fase larvaria y están caracterizadas como poco durables frente a hongos de pudrición pero, a diferencia de la madera de abeto (Picea abies, la más usada para los paneles de CLT), su albura es impregnable.

Planteamos, por tanto, rebajar la clase de uso del elemento estructural una vez puesto en obra y mejorar su grado de durabilidad mediante el uso de dos estrategias combinadas; segregándolo de las zonas de riesgo mediante el diseño de soluciones constructivas y aplicando un tratamiento químico selectivo que le confiera un mejor comportamiento frente a los xilófagos.

Imagen 4: Fotos de obra, colocación . Fotos: Arrokabe Arquitectos

Para rebajar la clase de uso, además de ser especialmente cuidadosos y redundantes en la resolución de los encuentros con las edificaciones colindantes, evitamos el contacto directo de los elementos de madera contralaminada con los muros de fábrica mediante el uso de durmientes de escuadrías de castaño laminado para los elementos horizontales y de herrajes de acero galvanizado en caliente para los verticales. Igualmente, los elementos verticales de planta baja descargan sobre los muretes de cimentación a través de durmientes de iroko. Todos estos elementos se fijan interponiendo tacos de neopreno.

Imagen 5: Fotos de obra, detalles de colocación . Fotos: Arrokabe Arquitectos y Manuel Touza (Derecha-abajo)

Aprovechando la buena impregnabilidad de la madera de pino empleada para elaborar los paneles CLT, en el momento de su instalación se aplicó una protección química con un gel que incorpora una protección contra las termitas. El gel se aplicó con un rodillo en todo su perímetro en el momento de instalación de los paneles. La protección se completará con un tratamiento superficial anticarcoma aplicado sobre la totalidad del panel.

Imagen 6: Fotos de obra, aplicación de protección química con un gel que incorpora una protección contra las termitas . Fotos: Manuel Touza

Rapidez con precisión.

La gran ventaja.

Para asegurar la precisión en el montaje se elaboró un modelo de cadwork durante fase de proyecto. Tras las demoliciones de todos los elementos interiores y previo salpicado de la cara interior de los muros, se realizó un escaneado 3D y se ajustó el modelo a las medidas exactas definidas por éste. Esta es la documentación que se utilizó para el corte por CNC de los paneles.

Imagen 7: Escaneado 3D modelo CAD . Fotos: Arrokabe Arquitectos

Una vez definida la posición exacta en la que debían quedar durmientes y herrajes de acero, se regularizaron estas zonas y, con la ayuda de una estación topográfica, se situaron en su posición definitiva. Los herrajes que debían acoger los paneles verticales se diseñaron en dos piezas de forma que se pudiera contar con las holguras necesarias para la colocación de dichos paneles, ajustándolas una vez colocados éstos.

También se prepararon y regularizaron con mortero las cajas en los muros de mampostería para recibir las vigas de cubierta.

Una vez ejecutadas las labores descritas y con los elementos de recepción (durmientes y herrajes) situados en su posición definitiva, se levantó la cubierta existente y se colocaron, en un plazo de una semana, los paneles CLT. A continuación, se ejecutó la nueva cubierta con todos sus encuentros y remates.

Imagen 8: Fotos de obra, detalles de colocaciónde paneles de cubierta. Fotos: Manuel Touza

Editores del post: Maderayconstruccion

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