MADERA DE CINE: Parasite, Crepúsculo y Un hombre soltero.

Fuente imagen de portada: IMDB

Recientemente se ha celebrado la 92ª gala de los óscars y, tras ella, la polémica ha quedado servida.

Y es que Parásitos, la gran galardonada de la noche, ha hecho historia consiguiendo lo que ni Roma de Alfonso Cuarón, ni La vida es bella de Begnini lograron en su momento: llevarse el premio a mejor película y mejor película extranjera.

Lo cierto es que pocos pueden decir que esta cinta les haya dejado indiferentes. Quizá haya sido por su forma inusual de contar una historia. Una película cargada de crítica social, humor, dinamismo, suspense y no carente de sorpresa que ha conseguido conquistar a muchos y desconcertar a tantos otros.

PARASITE: Casa de los Park

Pero… ¿qué papel juega la casa en el triunfo de la película?

El decorado, una casa ideada por el director Bong Joon-ho, junto con el diseñador de producción Lee Ha Jun, articula la trama principal del film. A través de un único elemento arquitectónico se define la desigualdad social.

Un contenedor de hormigón de grandes espacios diáfanos muestra la parte más snob de la sociedad y consigue humanizarse a través de los elementos naturales: la luz, el jardín y la madera, que aparecen en los rincones más cálidos y familiares de la vivienda de los Park y desaparecen totalmente en los destinados a la clase social más baja.

Y es que la película juega constantemente con cómo lo que diferencia a la clase obrera (representada por la familia Kim), es la limitación de acceso a los recursos naturales más básicos. Las constantes referencias a texturas, olores, toxicidad del aire, las aguas fecales, las inclemencias meteorológicas o la privación de la luz en los espacios vivideros.

Los distintos niveles sociales se transforman en niveles espaciales, en los que los Kim, parecen estar relegados a vivir en sótanos y tener una visión parcial del mundo exterior que parece estar por encima de su alcance. Pero esto no sólo se refleja en el interior de la vivienda, sino que podemos apreciarlo constantemente en los planos exteriores las escaleras: la subida a la vivienda de los Park o la bajada a la casa de los Kim.

Este gran contraste se aprecia notoriamente en las escenas rodadas en el estar de cada una de las familias: la falta de confort, espacio, y acceso al exterior de los Kim frente a la sensación de apertura, libertad y tranquilidad de la vivienda de los Park.

De ahí, la especial atención al diseño del mobiliario (uno de los costes más elevados de la producción) a cargo del artista suroreano Bahk Jong Sun, que utiliza la madera para mezclar tradición y vanguardia en sus colecciones, aporta el sello de calidad en el decorado interior.

La mesa central del comedor (que costó 19.800 $) se diseñó haciendo un juego niveles a base de tablas, intentando simular el recorrido de los personajes en las escaleras como si una cinta de Moebius se tratase.

CREPÚSCULO: Cullen’s House, Arquitecto Jeff Kovel.

Pero no siempre son decorados los que se ponen al servicio del cine. En el caso de la saga Crepúsculo se utilizó la espectacular vivienda del estudio Skylab Arquitecture, como residencia de los protagonistas: los Cullen. Nuevamente una combinación de hormigón y madera con grandes ventanales volcados al exterior para presentar calma y confort a la vez.

Su nombre original es Hoke Residence y originariamente fue diseñada en 2007 para John Hooke, el director de Nike; aunque, gracias al éxito de la película, a día de hoy se la conoce como la Cullen´s House.

Esta interpretación actualizada de la casa del árbol se vuelca al exterior desafiando a la gravedad. En medio de un terreno con gran pendiente, se sitúa la vivienda, y es gracias al gran voladizo de madera que no sólo consigue fusionarse con el entorno, sino que introduce el paisaje en su interior.

Esta edificación mutante aparece en el parque forestal de Portland, y en ella los espacios habitables se organizan estratégicamente en puntos cardinales opuestos para conseguir distintas sensaciones según las horas del día y las estaciones del año.

Fue este el escenario elegido por Catherine Hardwicke para presentarnos una nueva visión del mundo de los vampiros. Los Cullen, una familia de vampiros moderna, que intenta buscar su sitio en un mundo que no les acepta. Para conseguirlo eligen una residencia en un entorno tranquilo y alejado del bullicio de la sociedad.

Una vivienda que se adentra en la naturaleza gracias a sus espacios diáfanos, amplios ventanales alrededor de toda la casa y la gran terraza que la caracteriza.

El diseño interior ideado conjuntamente con Lucy Metcalf, diseñadora de interiores y paisajista; utiliza el mobiliario: piezas singulares de madera que sirven para separar las distintas estancias, generando un continuo espacial con la mínima presencia de tabiquería.

Sin duda una pieza espectacular que nace entre los arbustos, y consigue integrarse como un elemento más.

Y es que si algo tienen estas viviendas en común, es la herencia de las casas de la pradera de Frank Lloyd Wright. Viviendas en las que los espacios abiertos y horizontales se integran de tal manera en el territorio que pasan a un plano secundario, dejando que sea el paisaje el que cobre protagonismo.

Fue un discípulo suyo, el arquitecto John Lautner, el que se encargó del diseño de múltiples casas que fueron adoptadas por el cine, una de las más singulares, la casa Schaffer, corresponde a una de sus primeras obras.

UN HOMBRE SOLTERO: Casa Schaffer, el refugio de Colin Firth.

En medio de un robledal centenario, en 1949, se construyó una vivienda entre moderna y futurista. Una residencia en la que el arquitecto John Lautner consiguió proyectar aceptando el reto de no talar ningún árbol del lugar.

Una construcción abierta irrumpe los planos de pino rojo para abrirse al bosque que la rodea.

Es lógico que Tom Ford eligiese este escenario como residencia de Colin Firth en la película Un hombre soltero. Su protagonista, George Falconer, lucha por encontrarle sentido a la vida tras la muerte de Jim (encarnado por Matthew Goode), su compañero sentimental.

La casa consigue sumergir al espectador en el conflicto interno del protagonista. Una consecución de estancias sin puertas cuyos planos de techo se fusionan con la carpintería de fachada de conífera, que se abre de pleno al paisaje. Se trata de una vivienda volcada enteramente al exterior, sin permitir el sentirse observado desde el interior.

El teñido rojizo de la madera, y los juegos de luz aportan el toque clásico e íntimo, frente a la extraordinaria rompedora configuración del espacio.

Todas estas casas de ensueño hablan de los personajes que las habitan, mostrándonos a través de ellas su personalidad. Y es que también en el cine, los directores apuestan por la madera como material de futuro. Un elemento natural, sostenible, confortable y de alta calidad.

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Editores del post: Maderayconstruccion

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