CONSTRUIR CON MADERA. BREVE GUÍA DE SUPERVIVENCIA (VI)
Tras la última entrega de nuestra Guía de Supervivencia sobre las tipologías generales de estructura de madera, continuamos en esta ocasión profundizando en uno de sus casos más comunes: los entramados verticales.
Como vimos en el capítulo 5, los entramados son sistemas estructurales conformados mediante la unión de piezas de madera de diferente escuadría y colocadas en diferentes posiciones, siendo esta particularidad la que rigidiza el conjunto. Dentro de los Entramados Verticales, o “telares verticales” como también se los conoce, podemos clasificar tres tipos: Entramado Total, Entramado Cerrado y Entramado Abierto.
Cabe destacar que los Entramados Verticales funcionan como “Muros de Carga”, por tanto su misión principal es la de transmitir las cargas procedentes de la estructura horizontal o de las plantas superiores. Para el arriostramiento de esos telares, a menudo es utilizado el sistema de Diafragma, cuyo fundamento principal es el encastrado de estos Muros en dos ejes perpendiculares, reforzando así la resistencia del conjunto a esfuerzos horizontales.
Por supuesto, y como ya imaginareis por lo que hablamos sobre las propiedades de la madera en los primeros capítulos de esta serie, uno de los principales problemas de este sistema radica en sus uniones, especialmente en el arranque de la estructura. Es completamente indispensable que el entramado no se vea afectado por la humedad, por lo que el apoyo de la estructura deberá hacerse sobre otro material hidrófugo o bien incorporando un sistema para evitar la capilaridad.
Así pues, como comentábamos anteriormente existen 3 tipos de entramado vertical, cuyas características principales vienen dadas por los materiales y la disposición de los mismos a lo largo del elemento lineal. Vamos a verlo con un poco más de detalle:
Entramados totales
Denominamos de esta manera a los sistemas compuestos por elementos de madera, ya sea vertical u horizontalmente, unidos entre sí y sin dejar hueco alguno entre ellos. La madera utilizada por lo general son rollizos o madera escuadrada. Es común encontrar este tipo de telar en lugares rurales, especialmente en aquellos en los que existe un acceso fácil a la madera y por tanto su coste es muy bajo (ya que emplea gran cantidad de material). Sus principales problemas aparece en el arranque, en el que hay que evitar tanto el contacto con el agua por capilaridad como estancamiento, así como en los encuentros de esquina, donde será necesario un sistema específico de unión y protección de los cortes del propio tronco.
Entramados abiertos
Se trata de un sistema aporticado, con la particularidad de que el material resistente es la madera. Por lo general, sus principales elementos serán los Pies Derechos (elementos verticales), que transmiten las cargas al nivel inferior o a la cimentación y las Carreras (elementos horizontales), que reciben las cargas de las viguetas. La luz más común entre Pies Derechos es de entre 3 y 4 metros. Para este tipo de entramado existen numerosos elementos que completan el conjunto. De todos ellos tienen especial importancia las Basas, que son los apoyos tradicionales de piedra del nivel inferior (evitan la humedad por capilaridad) y las Zapatas, que en este caso no tienen nada que ver con los elementos de cimentación, sino que son un elemento que recibe las cargas de las Carreras, produciéndose sobre esta la unión y transmitiendo la carga al elemento vertical. El último de estos elementos singulares a destacar es el Jabalcón, que funciona a modo de riostra, triangulando así el espacio entre la zapata y el pie derecho.
Entramados cerrados
En esta caso hablamos de un sistema a medio camino entre los dos anteriores pues se utiliza un sistema de Pies Derechos y Vigas, pero los huecos entre ellos son rellenados (cuajados) por elementos propios de las fábricas que no son portantes. Este último punto es fundamental pues no se trata realmente de un muro de carga al uso, aunque vulgarmente a veces sea llamado como tal. Para este tipo de telar también existen elementos singulares, que refuerzan y mejora el funcionamiento estructural del sistema como el Tornapunta (pieza estructural de madera colocada en diagonal) y las Cruces de San Andrés (dos piezas colocadas en forma de aspa entre Pies Derechos). Cabe destacar que este tipo de entramados por lo general sirven de separación, bien sea interior o como exterior del edificio, por lo que es habitual encontrarlos revestidos, hecho que en realidad favorece la protección y conservación de la madera.
Y hasta aquí esta sexta entrega de nuestra Breve Guía de Supervivencia para Construir Con Madera. En próximas entregas continuaremos profundizando en más elementos constructivos de madera, su montaje y la forma en que trabajan. ¡¡Hasta la próxima!!
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA CASAS, Ignacio. Las Estructuras de Entramado: Composición y Orígenes. RECOPAR Nº2. Madrid, 2006.
MEDINA SÁNCHEZ, Eduardo. Construcción de Estructuras de Madera. Bellisco Ediciones. Madrid, 2013.
SOMOZA VEIGA, Luis. La madera laminada encolada: historia y definición. [PDF]
VV.AA. Tectónica 11: Madera (I). ATC Ediciones. Madrid, 2000.
VV.AA. Tectónica 13: Madera (II). ATC Ediciones. Madrid, 2001
VV.AA. Timber Construction Manual. Birkhauser – Edition Details. 2004
Si te ha gustado este artículo, no puedes perderte los números anteriores de la Guía.
● Construir con madera. Guía de supervivencia (I)
● Construir con madera. Guía de supervivencia (II)
● Construir con madera. Guía de supervivencia (III)
● Construir con madera. Guía de supervivencia (IV)
● Construir con madera. Guía de Superviviencia (V)
Editores del post: Maderayconstruccion
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