panera de madera
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Los graneros en el camino. El hórreo asturiano y la panera, arquitecturas elevadas (I)

Espinaredo es una parroquia y población ubicada en el alto Piloña, Asturias. Conserva en razonable estado dos docenas de hórreos, algunos de ellos con más de 300 años de antigüedad © Ángel M. Felicísimo, 2020 |
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:H%C3%B3rreo_asturiano_%2851135264938%29.jpg

Hasta los primeros años del presente siglo, prevalecía la noción de que los hórreos1 eran una exclusividad arquitectónica de las regiones de Asturias y Galicia. No obstante, a medida que el tiempo avanzaba, se confirmó la existencia de graneros elevados sobre pilotes en toda la región cantábrica, desempeñando funciones análogas a aquellos ubicados en el noroeste peninsular. A pesar de esta similitud funcional, cada área exhibe construcciones singulares. Un ejemplo claro es la escasa cantidad de ejemplares conservados en el País Vasco y Navarra, los cuales presentan una notoria diversidad de modelos, comparable a la variedad observada en las provincias gallegas y en los espigueiros del norte de Portugal.

Contrastando con ello, Asturias no revela una diversidad de modelos, sino la predominancia de un diseño único, acompañado por una variante de mayor envergadura conocida como panera. Aunque se observan pequeñas variaciones locales, la homogeneidad en la región asturiana resalta frente a la diversidad de tipos existentes en Galicia. Además, la profusión numérica de hórreos asturianos contrasta con la escasez de ejemplares que aún persisten en Euskalherria o en el Norte de Castilla.

Rasgos característicos

El hórreo asturiano se distingue de otros tipos peninsulares y europeos2 por diversas características tipológicas fundamentales. A pesar de compartir con ellos la elevación sobre pilotes y la construcción principalmente en madera, presenta notables diferencias que definen su singularidad. Estos rasgos distintivos incluyen:

  • Una planta cuadrada.
  • Paredes constituidas por tablas verticales ensambladas en dos cuadros de vigas.
  • Una cubierta de cuatro aguas, adoptando así una forma piramidal.

Una variante posterior del hórreo asturiano es la panera, resultado de un cambio en las proporciones de la planta, que evoluciona hacia una forma rectangular. Este ajuste conlleva una modificación principal reflejada en la conformación de la cubierta, ya que, para conservar la configuración a cuatro aguas, se incorpora una cumbrera horizontal.

Piedrafita pertenece a la parroquia de Vallés, en el concejo de Villaviciosa. Conserva hórreos y paneras entre los cuales se encuentra una panera fechada en 1647 firmada por el carpintero Pedro Álvarez y un hórreo construido en la primera mitad del siglo XVI © Ángel M. Felicísimo, 2020 |
Fuente: https://www.flickr.com/photos/elgolem/51137999776

El hórreo asturiano se presenta como una excepción en comparación con los hórreos gallegos y cántabros, los cuales se adhieren al diseño europeo de cubierta a dos aguas. Su configuración revela una mayor coherencia estructural al buscar de manera deliberada una planta cuadrada, lo que implica, por consiguiente, una cubierta piramidal. Esta elección, aunque más compleja de ejecutar en comparación con la sencillez de la cubierta a dos vertientes, se alinea de manera más congruente con el sistema de fuerzas que interacciona entre el techo, las paredes y los pilares del hórreo.

El enfoque constructivo del hórreo asturiano implica un avanzado dominio en carpintería y una concepción extremadamente avanzada. Su implementación no solo resuelve de manera ingeniosa los desafíos constructivos, sino que también introduce una innovadora edificación que cumple eficazmente su función primordial, la de granero múltiple. La tecnología asociada a este diseño ha perdurado en el tiempo con mínimas modificaciones, como atestiguan la notable cantidad de ejemplares que aún subsisten en la región asturiana.

El origen del hórreo asturiano

Los hórreos asturianos más antiguos, que se remontan al siglo XIV según las fechas y decoraciones de ejemplares en el concejo de Villaviciosa, que además representan los primeros ejemplos construidos conforme a este nuevo diseño.3 Aunque es plausible que existieran hórreos anteriores al modelo asturiano, como así se recogen en menciones en documentos altomedievales, pero se presume que estos seguían patrones más simples, quizás similares a los cabaceiros gallegos, construidos con varas entretejidas.

Estos hórreos asturianos primigenios, de tamaño medio-grande, prescindían de corredor pero incorporan una «talambera» en el lado de la puerta para facilitar la entrada. Al igual que el resto de hórreos su función principal consiste en almacenar los productos de la cosecha, la matanza y otros alimentos, para protegerlos de roedores y alimañas y resguardarlos de la humedad gracias a la ventilación de la estructura y al empleo de madera, pues esta proporciona una regulación térmica tanto invierno como en verano.

Hasta el siglo XVII, no se evidencia la construcción de hórreos asturianos de este tipo en la parte occidental de la región, mientras que en el centro y este, se erigen cientos en poco más de dos siglos. Esta disparidad está directamente vinculada y asociada con las diferencias en el desarrollo agrícola y económico, así como con condicionamientos culturales y, además en ciertos sectores, con influencias y relaciones con provincias vecinas.

Conjunto de Hórreos de Espinaréu |
Fuente: https://www.ayto-pilona.es/conjunto-de-horreos-de-espinareu

Aunque Asturias presenta una relativa uniformidad, destacando la predominancia del hórreo de tipo asturiano en gran parte de su territorio, la llegada de la panera en distintas épocas y con variada intensidad según las zonas pone de manifiesto profundas disparidades regionales. Estas diferencias son tangibles en los “límites administrativos” de la región, donde surgen modelos de hórreos influenciados por relaciones con Galicia en un caso, y con Santander en otro. En el extremo noroeste, algunos concejos solo conocen el hórreo gallego, denominado cabazo,4 conviviendo con el hórreo de tipo asturiano. Mientras que en el extremo opuesto, en Amieva, aparecen hórreos similares a los santanderinos, con cubierta a dos aguas y tablas dispuestas horizontalmente. En ciertas zonas, como las cuencas del Aller y del Nalón, (limítrofes con Castilla y León) se conocen hórreos de tipo asturiano que, aunque comparten sus características fundamentales, presentan cubiertas a dos vertientes. Estos casos parecen ser soluciones deficientes para reparar las techumbres de la manera más simple posible, a pesar de desvirtuar el conjunto.

Las cambio sufridos por el campo asturiano a lo largo de los últimos siglos también han influido en la conformación de los hórreos, especialmente con la importación de los nuevos cultivos provenientes de América. La introducción del maíz en el siglo XVII y, posteriormente, de la patata en el siglo XIX, tuvieron unas repercusiones diversas en toda región.5 El cultivo del maíz, en particular, desencadena modificaciones sustanciales en el poblamiento y la demografía, y sus efectos en los hórreos se manifiestan de manera diferente en dos áreas específicas.

Detalle de la escalera que sube a la panera © José Manuel, 2002 |
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Oviedo_panera_02_JMM.JPG

En el concejo de Villaviciosa, ubicado en el tercio oriental y la franja costera, se encuentra una población relativamente bien documentada de hórreos. La presencia de numerosos hórreos datados en los siglos XV y XVI, de dimensiones medianas e incluso grandes, respaldados por una decoración espléndida, permite inferir que este territorio fue el foco inicial de la aparición del modelo asturiano. La construcción intensiva de hórreos en estos siglos se ralentiza a finales del siglo XVI. La llegada del maíz en el XVII introduce dos cambios: la inserción de clavos en las vigas superiores para colgar mazorcas y la construcción de paneras, que incorporan corredores para secar diversos productos.

En cambio, en el occidente de Asturias, representado por el concejo de Allande, la situación es diferente. No se conocen hórreos anteriores al siglo XVII, probablemente debido a que los modelos previos eran pequeños y frágiles, similares a los cabazos gallegos de varas entretejidas. La llegada del modelo asturiano está vinculada al aumento de la productividad agrícola en esta zona.

La expansión del cultivo de maíz en el siglo XVIII impulsa el rápido desarrollo de las paneras en el occidente de Asturias. A finales del siglo XIX, estas estructuras alcanzan su máxima expresión con elementos decorativos como balaustres torneados y columnillas ornamentadas. La construcción de paneras se intensifica, aprovechando el espacio bajo ellas para cuadras, talleres y, en ocasiones, como extensión de la vivienda.

En algunas áreas, como Tineo, Cangas y Salas, a finales del siglo XIX, se erigen paneras sobre dos pisos, incorporando cuadras y habitaciones. Sin embargo, a partir de la segunda década del siglo XX, la construcción de paneras disminuye, marcando el cese progresivo de esta arquitectura singular.

En Asturias, la evolución del hórreo asturiano y la panera refleja transformaciones no solo en las prácticas agrícolas, sino también las diferencias económicas, culturales y geográficas que caracterizan las distintas regiones de Asturias. Estas estructuras, más allá de su función práctica como graneros, son testigos de la habilidad artesanal y la innovación arquitectónica de sus constructores, dejando un legado único en el panorama arquitectónico asturiano.

Detalle estilos decorativos|
Fuente: https://www.ayto-pilona.es/conjunto-de-horreos-de-espinareu

Estas construcciones vernáculas exponen la riqueza arquitectónica y la singularidad de los hórreos asturianos y sus variantes. La evolución de estos graneros elevados no solo está marcada por su función práctica como espacios de almacenamiento, sino también por la influencia de factores geográficos, culturales y económicos que han dado forma a estas estructuras a lo largo de los siglos.

Notas

  • 1. En asturiano se denomina hórrio, horru u horro.
  • 2. En contraste, los hórreos europeos restantes exhiben plantas rectangulares, paredes conformadas por troncos o tablones horizontales, y techumbres a dos aguas, divididas por un agudo caballete perpendicular al eje de la planta.
  • 3. En Asturias se clasifican tanto el hórreo como la panera según su decoración (talla y pintura).
  • 4. La presencia de estos cabazos se explica por la fuerte influencia gallega en estas áreas, pues la condiciones del territorio diluyen los límites administrativos.
  • 5. Aunque la difusión es general en toda Asturias, las consecuencias varían según la zona geográfica.

Bibliografía

Alberto Alonso

Alberto Alonso

Arquitecto autónomo editor en veredes, arquitectura y divulgación. Embajador y corresponsal de la Fundación Arquia.

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