El entramado ligero: una historia de indios y vaqueros.
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En la historia de la construcción con madera hay un capítulo apasionante. Tiene que ver con indios y vaqueros, pero también con los orígenes del entramado ligero de madera.
La construcción con madera está ligada a la evolución del ser humano. Con ramas y troncos de los bosques cercanos nuestros antepasados construían sus primeros refugios para resguardarse de la intemperie en el tiempo en que bisontes, leones dientes de sable y uros poblaban la Tierra. Con el paso del tiempo, las técnicas constructivas fueron evolucionando para adaptarse a las necesidades cada vez más exigentes de las distintas poblaciones hasta llegar a los sistemas constructivos actuales.
Hoy vamos a ver el origen de uno de los sistemas de construcción con madera más populares. ¡Hagan las maletas que nos vamos a Chicago!
Llegan a América los sistemas constructivos europeos
Antes de llegar al Chicago del s.XIX, donde se ubica nuestra historia, nos remontaremos un poco más en el tiempo, a la época tras el descubrimiento de América. Colón fue el líder de la primera expedición, pero después de él se hicieron a la mar exploradores de otras regiones: portugueses, centroeuropeos, escandinavos… Todos llevaron consigo las técnicas constructivas típicas de sus lugares de origen.
Los suecos y finlandeses, por ejemplo, llegaron al este de América con sus conocimientos sobre construcción con madera. Les resultaba imposible transportar materiales de construcción a través del océano, así que aprovecharon los recursos disponibles en el lugar. En las zonas boscosas, la cabaña de troncos se convirtió en el tipo de vivienda favorito de los colonos porque resultaba muy fácil de construir con muy pocos medios ya que ni siquiera necesitaban clavos para unir las piezas.
Con el paso del tiempo, los colonos originarios del sur de Inglaterra y Centroeuropa comenzaron a construir armazones adintelados de vigas y postes de gran sección ensamblados con uniones carpinteras (“timber frame”). Disponían de más madera, más mano de obra y no tenían tanta urgencia como aquellos primeros colonos que debían instalarse rápidamente.
La conquista del Oeste
Las colonias originales de la costa este se van expandiendo hacia el oeste durante unos 100 años en su búsqueda de nuevas tierras y materias primas al mismo tiempo que van desplazando a las poblaciones indígenas americanas.
Si nos fijamos en la zona del lago Michigan en la serie de mapas de arriba veremos que es a partir del año 1816 cuando se van anexionando estos territorios indígenas a las colonias. Si hoy viajamos a la costa suroeste del Lago Michigan nos encontraremos con la tercera ciudad más poblada de EEUU. Sin embargo, en 1812, Chicago era una zona completamente salvaje. Solo existía un pequeño fuerte de colonos, un punto clave en el camino para el suministro de comerciantes que iban hacia el oeste.
El 26 de septiembre de 1833 se funda la ciudad de Chicago. Ese día, el gobernador del territorio de Michigan y varios representantes de las tribus nativas de Ottawa firmaron un tratado, cediendo estos últimos a EEUU todas sus tierras al oeste del lago Michigan a cambio de una reserva de la misma superficie al oeste del río Missuri. En ese tratado, Illinois y Wisconsin pasan a formar parte de los Estados Unidos de América. A partir de ese momento, la población de Chicago comienza a crecer a un ritmo frenético: pasa de 350 personas censadas en 1833 a 30.000 habitantes en 1850, solo 17 años después de la firma del tratado.
El desarrollo del ferrocarril y de los canales de Illinois y Michigan que conectaban los grandes lagos con el río Missisipi fueron los detonantes de este fuerte aumento de la población. Chicago se posicionó como líder en las industrias de madera, ganadería y trigo, convirtiéndose en la tierra de las oportunidades.
¿Cuál era el contexto social de Chicago a partir de 1833?
- Se necesitaba un volumen enorme de edificación residencial para alojar a la población en rápido aumento.
- Aparecen grandes industrias que crecen rápido y requieren mucha mano de obra.
- Los bosques próximos al lago Michigan eran abundantes y podían proporcionar grandes cantidades de madera.
El nacimiento del balloon frame
Es en esta sociedad donde surge el balloon frame: un sistema de construcción en madera, más rápido, más barato, más ligero y que requiere menos mano de obra que los sistemas de construcción coloniales que se habían utilizado hasta el momento.
En el balloon frame la pared exterior se fabricaba en piezas de dos plantas de altura, de modo que los pisos intermedios se apoyan en travesaños clavados a los montantes. La estabilidad del muro se consigue mediante piezas diagonales de madera. Una vez montado el armazón, se forraba con entablados de madera horizontales.
Los incrédulos carpinteros profesionales bautizaron a este nuevo sistema como balloon frame o “estructura globo” porque no tenían mucha confianza en su funcionamiento estructural y esperaban ver volar los edificios como un globo con la primera tormenta.
Aunque probablemente existan muchísimos colaboradores anónimos en el proceso de su desarrollo, las publicaciones sobre el origen del “balloon frame” reivindican a dos personas como los inventores del sistema: el ingeniero civil George Washington Snow y el maestro carpintero Augustine Deodat Taylor.
George Washington utilizó esta nueva técnica en la construcción de la iglesia de Santa María en 1833, adaptando el sistema tradicional timber frame: en lugar de unir las piezas mediante uniones carpinteras se utilizan clavos para agilizar el montaje.
La importancia de las fijaciones
Para el desarrollo del balloon frame, la fabricación de clavos fue crucial. A finales del s. XVIII y principios del s. XIX, se experimentó un cambio en la fabricación de clavos, que pasaron de fabricarse completamente a mano en la fragua, con el mismo método que se llevaba utilizando desde la edad de Bronce, a producirse en masa, gracias a la invención en 1790 de una máquina cortadora de clavos.
La máquina cortaba automáticamente el vástago del clavo y reducía el trabajo manual a solo darle forma a la cabeza, obteniendo los llamados cold nails porque ya no se necesitaba el calor de la forja para fraguar el acero. Se ganó productividad y se pudo reducir el precio de los clavos.
No fue hasta 1890 cuando el clavo completo se fabricó íntegramente a máquina, produciendo un clavo liso o anillado, de aspecto muy similar a los que utilizamos hoy en día.
Este sencillo sistema de fijación no requería mano de obra cualificada y al resultar tan ligeras las piezas de madera del armazón, los entramados podían ser montados por un solo hombre provisto de un martillo y una sierra. Por ello, el balloon frame se utilizó ampliamente en autoconstrucción convirtiéndose en el sistema típico de la arquitectura doméstica de EEUU, Escandinavia y Gran Bretaña.
Tras el gran fuego llega el sistema platform frame.
El 8 de octubre de 1871 un incendio arrasa Chicago. Se propaga con gran rapidez en todas las viviendas afectadas, lo cual se atribuye a la cámara de aire que une ambas plantas a través de la fachada en el nuevo sistema “balloon frame” que tras el incendio comienza a caer en cierto desuso.
“The great fire” supuso un punto de inflexión en el sistema de construcción y en el desarrollo de normativas frente a incendios. Sirvió para darle una vuelta al balloon frame que evoluciona hasta dar lugar a un nuevo sistema de construcción con entramado ligero de madera llamado platform frame, en el cual los forjados interrumpen la estructura de los muros de cubierta y, por tanto, generan una barrera al paso de la llama de una planta a otra.
En la evolución del balloon frame también influyó la escasez cada vez más acentuada de materia prima. La estructura de los edificios se sobredimensionaba por seguridad y porque en los comienzos había mucha madera. Sin embargo, esta situación cambió a los pocos años porque la construcción y la industria naval de Chicago consumían grandes cantidades de recursos forestales. En un corto periodo de tiempo, las masas de pinos de la península de Michigan desaparecieron.
A medida que se agotaron los grandes bosques del este y los colonos se trasladaron hacia el oeste se necesitaban urgentemente nuevos bosques. Aunque Chicago, estratégicamente situada a orillas del Lago Michigan, recibía y distribuía grandes cantidades de madera por vías fluviales y ferroviarias procedentes de nuevos bosques al oeste, las piezas de gran longitud eran difíciles de encontrar y transportar. Esto supuso un motivo adicional para la búsqueda de un cambio en el sistema constructivo.
Esta historia de indios y vaqueros llega a su fin dejándonos un bonito legado. Hoy en día el sistema platform frame se ha convertido en uno de los sistemas de prefabricación en seco con madera más utilizado a nivel mundial, y no solo en países como EE. UU. y Canadá, sino en también en el resto del mundo.
Si hubiésemos podido contarles el final de esta historia a aquellos carpinteros escépticos que miraban con recelo la construcción de la iglesia de Chicago, ¿nos habrían creído?
Referencias
- (1) Artículo: ACAR, D. (2017) Evolution and rationalization of timber frame design in Istanbul in the second half of the nineteenth century. Journal of Architectural Conservation.
- (2) Artículo: TURAN, M. (2009) Reconstructing The Balloon Frame: A Study In The History Of Architectonics. METU Journal of the Faculty of Architecture.
- (3) Artículo: O’BRIEN, M.J. (2010) Hybrids on the way to the Western Platform Frame: Two Structures in Western Virginia. Preservation Education & Research Volume Three.
- Publicación: BELL, W.E. (1857) Carpentry made easy. Philadelphia. Howard Challen. https://archive.org/details/carpentrymadeeas57bell/page/n59/mode/2up
- Sitio web: The Digital Research Library of Illinois History Journal. https://drloihjournal.blogspot.com/
- Artículo: NYC Nails, a history. Sawkill Lumber Co. https://www.sawkill.nyc/1505/
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María Sánchez
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