BATEAS, ESTRUCTURAS MARINAS DE MADERA GALLEGA

Ría de Vigo, campo de bateas | Fotogafía del autor

“No se sabía cómo teníamos que hacer muchas cosas, teníamos que ir probando. «

Benito Oubiña y su padre colocaron una de las primeras bateas de la ría Arousa

Galicia (España) es un territorio con una vinculación al mar intrínseca, no solo desde un vista geográfico, cuenta con 498 km si no también cultural y social. Esta vinculación con el mar tienes su reflejo en las construcciones tradicionales costeras, con sus particularidad según posición en el territorio.

Una de las primeras características morfológicas del territorio son las rías que constituyen el rasgo paisajístico identitario de la costa gallega. Además se distinguen no solo desde un punto de vista geográfico, en Rías Altas y Rias Baixas, sino que también por su configuración, ya que estas últimas tienen mayores dimensiones y unas especiales características marinas. Esta conjunto de particulares da lugar a una de la estampa más representativa del territorio gallego, la miticultura a través de extensos polígonos de bateas dispuestas en las distintas ría y que articulan el sistema de cultivo tradicional del mejillón en Galicia.

Vista Ría de Vigo, al fondo el Puente de Rande | Fuente:pxhere.com

El origen de las bateas

El origen de la miticultura data aproximadamente de 1235 gracias a la observación del naufrago británico Patrick Walton durante su estancia en la bahía de Aiguillón en costa norte francesas del crecimiento de los mejillones en los pecios y posteriormente en estacas que el mismo plantó para su estudio.

En España, la miticultura se inicia en Tarragona hacía principios del s.XX, y posteriormente se extiende hacía Barcelona, entorno hacía 1909. Pese a que la vinculación de Galicia con dicho molusco se remonta hasta mediados del s. XVIII, no es hasta los años 40 del s.XX, que empresarios catalanes llevan esta nueva técnica de cultivo a Galicia, como ya había ocurrido previamente con las fábrica de salazón y conserva. Hasta entonces como en otras regiones no existía un cultivo estructurado ya que el suministro procedía principalmente pequeñas zonas o concesiones dependientes de las condiciones naturales del medio.

Antigua batea fabricada con el casco de un barco | Fuente: elmejillon.ucoz.com

El desarrollo de la miticultura conlleva la aparición de unos primeros artefactos que se construían a partir de los viejos cascos de los barcos tradicionales. El desarrollo continuó hasta que la primera batea1 se fondea en la ría de Arousa en 1945. Este primer prototipo poseía un único flotador en forma de cubo hecho de madera que soportaba un entramado, también de madera, donde se colgaban unos pocos metros de cuerda de esparto crudo. Estos esperanzadores resultados alcanzados por estos pioneros de la miticultura gallega, hicieron que se instalaran al año siguiente 10 bateas que ubicaron en la escollera del puerto de Vilagarcía de Arousa.

Tras más de medio siglo de desarrollo, actualmente el Consejo Regulador de Galicia cifra en casi 3.400 el número de estas estructuras marinas en la rías gallegas, si bien la mayoría se sitúan principalmente en la ría de Arousa (unas 2.318) y Vigo (con 483), seguida de Pontevedra (sobre 240) mientras que las restantes se reparten entre Baiona, Ares-Betanzos y Muros-Noia, si bien en cantidades mucho menores.

Estructura de una batea tipo (de madera)

La estructura de estas arquitectura flotantes responden a un mismo esquema o diseño general, si bien sufren mínimas variaciones debido al peso según la especie objeto de cultivo. Pese que a las primeras bateas se construyeron a partir de embarcaciones existentes tales como pequeños botes, galeones destinados inicialmente a la compra de sardina, etc. hasta las más modernas, todas muestran un diseño náutico plano y bajo, que no muestra diferencia aparente entre proa, popa y costados. Las actuales normativas marcan un esquema claro y definido para construir estas embarcaciones o estructuras marinas definidas por: el emparrillado, el sistema de flotación, el sistema de sujección y el sistema de cultivo.

Esquema tipo de una batea | Fuente: mapa.gob.es


Las bateas al igual que otras construcciones navales, emplea la madera como el material tradicional (y principal) para su fabricación. Si lago hemos aprendido de las técnicas populares es que no todas las maderas son aptas para todos los usos, y por tanto en la construcción naval priman aquellas posean unas característica adecuadas tales como ligereza, resistencia, flexibilidad y soportar ambientes marinos.

De entre las maderas más comunes empleadas en la construcción naval tradicional destaca el eucalipo (o Eucalyptus globulus o «Blue Gum»). Esta madera posee unas propiedades mecánicas excelentes gracias al conjunto de células especializadas que posee, pero en todo los casos. Como normal general desde las distintas investigaciones se insiste y recomienda trabajar con maderas de cierta edad para que el duramen sea mayor y mejor. De acuerdo con los resultados de diversos estudios realizados, el Eucalyptus globulus se considera una madera madura y con propiedades uniformes cuando alcanza la franja de edad marcada entre 30-35 años, lo que hace que no solo las propiedades mecánicas sean superiores al de otras especies de frondosas como el roble, si no que la densidad, la dureza y la estabilidad son las más aptas y le permiten numerosas aplicaciones.

“Los expertos defienden la idoneidad de la madera de eucalipto por sus características, ya que aúna “fortaleza y flexibilidad” para resistir las inclemencias del mar y una “durabilidad de unos 25 años” para alcanzar la rentabilidad de la instalación.”

Este conjunto de características hace que el eucalipto sea un material ideal para construcción de bateas, pero además tiene que tener una dimensiones importantes dada las medidas requeridas en su para su montaje. Las cifras dimensionales de estas arquitecturas están entorno a los 550 m2 y aproximadamente 27×22 metros. Por tanto el emparrillado requerido está formado por vigas “maestras”, cuya cantidad oscila entre 20 o 25 vigas con escuadrías que van desde 25x25cm hasta una de 37x37cm según su disposición, todas fijadas con pares de pernos y los “pontones” con escuadrías de 4x5cm hasta 9x9cm y clavadas con puntas galvanizadas.

Fábrica de bateas en Triñáns, Boiro. Factoría que trabaja artesanalmente con madera de eucalipto | Fuente: https://arquitecturalimite.com/023

La inmersión en agua

El empleo de madera en ambientes marinos, dada su adecuación y durabilidad ha sido una práctica habitual y tradicional a lo largo de las historia. Se ha empleado desde la construcción naval (diseñados para mantenerse en flote con materiales de poco peso, pero también resistentes a las aguas) hasta la construcción de viviendas y barrios enteros como ocurre en la ciudad noruega de Bergen, en el Barrio de Bryggen que además está catalogado como patrimonio mundial de la UNESCO.

El principal problema de la madera con este tipo de ambientes, es una constante variación de la humedad ya que favorece los ataques bióticos, en cambio si la madera está totalmente sumergida no solo se produce el efecto contrario si no que además mejora la resistencia y durabilidad, por tanto ni la sal y la humedad le afectarán este caso. Este tratamiento “natural” continuado es un proceso tradicional que con el paso del tiempo se ha perdido en favor de otros, pero que en las bateas se produce de forma consustancial a su uso. Las mismas sales que absorben y protegen a los elementos de madera, producen el efecto contrario en las herrajes y uniones metálicas que se realizan en las estructuras y/o revestimientos.

Este tratamiento tradicional se denomina “inmersión en agua” y era una parte del ciclo de producción, extracción y transporte de la madera. La especie, dependiendo de la zona geográfica era una u otra, se transportaba por los ríos y a menudo se quedaba sumergida durante un tiempo antes de entrar al aserradero, mientras que en las zonas de costa dicha inmersión se realizaba en agua salada. En zonas como la costa gallega, esta industria tradicional dio lugar a la denominada carpinteria de ribeira.

Según Mark van Benthem y Mariska Massop se puede definir

“el tratamiento de madera por inmersión en agua durante un período extenso de tiempo, que generalmente es de nueve meses a tres años, almacenando troncos en el agua recién cortados, sin aserrar, con el objetivo de mejorar la capacidad de procesamiento, aumentar la durabilidad de la madera y que luego del secado obtener una madera estable (que mueva menos).”

De manera general se puede concluir gracias a los resultados de obtenidos de los ensayos que:

  1. En todos los tipos de madera, mejora la durabilidad y la calidad después del tratamiento por inmersión en agua en mayor e menor medida.
  2. Durante el tratamiento la madera está protegida contra el riesgo daños biológicos.
  3. La madera tratada en agua trabaja menos, por lo que hay menos tensiones, fisuras, grietas y rajaduras por contracción.
  4. La madera así tratada es más fácil de descorteza; mejor aserrado; se seca más rápido y más uniforme.

Nuevos usos para la maderas de las bateas

La Economía Circular es un sistema de aprovechamiento de recursos que se fundamente en cuatro términos, reducir, reutilizar, reparar y reciclar. Por tanto para razonable que cuando un sistema llega al final de su vida útil se estudie y analice qué partes se pueden aprovechar. El mismo principio es el que ha aplicado con las bateas rescatadas del mar tras 25 años de servicio inenterrumpido.


“Mirando ás bateas”, vivienda en A Ribeiriña de Iñaki Leite, 2012, Fotografía Adrián Vázquez | Fuente: veredes.es

“La vieja madera utilizada en la construcción proviene del reciclado de “bateas” locales. Éstas son plataformas de estructura de madera usadas para el cultivo del mejillón.

Las vigas han sido tratadas y cortadas a la mitad para producir dos texturas diferentes. Al exterior la madera mantiene su textura rugosa y envejecida como respuesta a la escala urbana.”

La reutilización de esta madera, tras someterlas a un proceso de recuperación en un aserradero, es un ejemplo de economía circular y clave para el desarrollo sostenible. El objetivo es utilizar materiales de manera eficiente para garantizar que el valor de los productos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible y se minimice la generación de residuos.

Por tanto la madera y los productos forestales son más que mero recurso renovable ya que no solo contribuyen a descarbonizar si no que favorece una economía circular y busca sustituir a otros productos derivados del petróleo que ayuden a frenar los efectos del cambio climático y mejorar la economía local.

Nuevos usos como vigas estructurales de restauración en porches, puertas de gran tamaño, suelos o mobiliario de jardinería, son solo alguno de ellos. Este material o producto está a la espera que los profesionales actuales y futuros le encuentren un nueva vida.


Casitas de madera entre árboles: Cabanas do Barranco | Salgado Liñares | Fuente: addomo

“La madera reciclada de las bateas es el material usado por Addomo para el último proyecto de glamping para Cabanas do Barranco. Normalmente, esta madera se suele reutilizar para jardinería o en viñedos debido al uso y el desgaste producido por el mar y la costa. Nosotros quisimos darle un uso distinto aprovechándolo para las fachadas, consiguiendo unas texturas especiales motivado por el paso del tiempo y la agresión del mar”


Notas:

  1. “Detrás de un producto estrella como el mejillón se esconden grandes historias de éxitos y fracasos. Aunque el bivalvo es a día de hoy una seña de identidad de Moaña, un municipio que no sólo vive de las ganancias que aporta el mercado del mejillón, sino que también acunó a la primera batea que se instaló en aguas gallegas para experimentar el cultivo de una especie que años más tarde se ha convertido en un referente gastronómico.” Mondelo, Elena. “Moaña reclama la patente de la primera batea”, Faro de Vigo, 28/04/2013

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Alberto Alonso

Alberto Alonso

Arquitecto autónomo editor en veredes, arquitectura y divulgación. Embajador y corresponsal de la Fundación Arquia.

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