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APRENDIENDO DEL PASADO

Imagen de portada. | Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

Últimamente, y cada vez con más frecuencia escuchamos que la madera es el material del futuro y que los arquitectos están llevando este material a otro nivel.

No será porque la madera, junto con la piedra, es uno de los materiales más antiguos utilizados por el ser humano, para herramientas o como mecanismo de control y producción de fuego. Su práctica ha sido un desarrollo constante de técnicas y aplicaciones a lo largo de la historia, desde las primeras ruedas de madera, hasta embarcaciones, murallas, edificaciones, mobiliario, instrumentos, etc.

La abundancia, accesibilidad y fácil manejo han hecho que la madera sea un componente clave en nuestra evolución, entonces ¿por qué ahora hablamos cómo si hubiéramos descubierto la panacea de la construcción? Su abandono y el interés en otros materiales de la construcción durante un tiempo han provocado que en los últimos años hayamos experimentado ese redescubrimiento. Aunque como muy bien decía nuestra compañera Fermina Garrido en este artículo, “la innovación en la construcción con madera se produce con pequeñas invenciones y hallazgos”, no lo debemos olvidar.

CUBIERTAS TRADICIONALES DE MADERA.

Es fundamental tener en cuenta los sistemas constructivos existentes y su proceso de transformación. Entendiendo el porqué de los avances, aprenderemos de las mejoras y caminaremos con paso firme en el tiempo.

En este artículo nos vamos a centrar en las cubiertas populares, cubiertas inclinadas a dos aguas, y en cómo la necesidad de nuevas tipologías edificatorias demandaba su evolución.

CUBIERTAS DE FALDÓN.

Estas cubiertas se catalogan según los componentes que formaban su faldón.

De correas.

Las correas son elementos horizontales de la subestructura portante, sobre ellas apoya la cubrición, la cumbrera es una correa más. A su vez, estas piezas descansan sobre las vigas principales, en la dirección de máxima pendiente. También son conocidas como “de molineras”, porque así es como se denominaban las viviendas de los jornaleros de Castilla.

Imagen 1. Cubierta de correas. | Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

De cabios.

Los cabios son vigas dispuestas en la dirección de la pendiente del faldón, sobre ellos reposan los elementos del revestimiento exterior. Comparten un elemento común de cumbrera.

Imagen 02. Cubierta de pares. | Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

Cualquiera de estos entramados puede asentarse sobre muros de medianería, con una crujía más reducida, sobre muros de carga, mayor distancia, o sobre jácenas en arcos diafragma.

Estas estructuras son las construcciones básicas de la arquitectura tradicional, a partir de ellos se desarrollan las siguientes.

De pares.

A simple vista esta estructura guarda bastante similitud con la cubierta de cabios, los elementos principales siguen la línea de máxima pendiente, pero en este caso, buscan cubrir crujías de mayor envergadura. Para ello necesitaron solucionar algunos problemas de estabilidad.

  • De par y picadero. Los pares descansan en la zona superior sobre un picadero, un elemento de cumbrera que estabiliza la estructura en sentido longitudinal, mientras que en el otro sentido se rigidiza con el encepado de los apoyos.
  • De par e hilera. Este entramado prescinde de la pieza de picadero como elemento rigidizar longitudinal y lo compensa con el enfrentamiento de los pares en la cumbrera continua, la hilera. El empuje en sentido transversal en los estribos, las piezas de coronación de la crujía, se resuelve incorporando un nuevo elemento, los tirantes. Situados en el mismo plano que los estribos, aguantan los esfuerzos de tracción a los que está sometido la estructura.
  • De par y nudillo. También conocidas como de par y puente. En esta estructura se reemplaza la pieza del tirante por el nudillo/puente, un elemento más pequeño que se sitúa a dos tercios de la altura de la cubierta y el cual equilibra y rigidiza los empujes de cada pareja de pares. De este modo se consiguen menores momentos y deformaciones en estas piezas, aunque aumentan ligeramente los empujes en el apoyo de los pares con los muros. Si utilizamos este sistema sobre estructuras menos rígidas o sobre crujías importantes, deberíamos recurrir nuevamente al tirante para soportar los esfuerzos a tracción que transmite la cubierta. Es por ello que su servicio se centra en el soporte de los trabajos de lacería.
Imagen 03. Cubierta de par y picadero, cubierta de par e hilera y cubierta de par y nudillo.| Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

Al inicio de esta publicación os adelantaba que cada uno de estos sistemas constructivos era un paso más en el rendimiento estructural o arquitectónico. ¿Qué más se le puede pedir al par e hilera? Consigue la estabilidad estructural en las dos direcciones del plano y nos permite una fácil integración con el resto de la construcción, pero ¿podríamos disminuir la cantidad de madera y en consecuencia su peso?

De tijeras.

Este sistema constructivo reduce, simplifica la composición del faldón, gracias a la colaboración de los elementos estructurales secundarios, las correas. Se incrementa la separación entre los pares, haciéndolos coincidir con los tirantes, y se cambia la hilera y el estribo por una correa de cumbrera y alero. Se consigue ajustar las fuerzas de los empujes, permitiendo sustituir un muro por un pilar, al mismo tiempo que se resuelve la firmeza del entramado con encepados, jabalcones y cruces de San Andrés.

Imagen 04. Cubierta de tijeras. | Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

De cuchillos.

La utilización de la anterior solución se reducía a vanos inferiores a seis metros, debido a la flexión que experimentaban los pares y tirantes. Por ello fue necesario recurrir a piezas de apeo intermedio, dando lugar a los denominados cuchillos y cerchas.

  • Cuchillo de par y pendolón. Esta solución contrarresta la posible flexión que pueda sufrir el tirante de una cubierta “parhilera” mediante la disposición del pendolón, un elemento vertical del cual se cuelga el tirante a través de un estribo metálico. El pendolón y el tirante no deben estar en contacto, ya que este último está diseñado, solo, para trabajar a tracción.
  • Cuchillo a la española. Partiendo siempre de lo existente, en este caso se incorporan otros apoyos intermedios, tornapuntas, para disminuir las flexiones de los pares, como hemos visto en el par y nudillo, y en consecuencia poder menguar también sus secciones.
  • Cuchillo a lo paladio. Esta solución, menos común, se integran varios soportes secundarios similares al puente, los pares o pendolones. Se consigue reducir sustancialmente la flexión de los pares, a la vez que se sustenta el tirante en dos puntos.
Imagen 05. Cubierta de par y pendolón, cubierta de chuchillo español y cubierta de cuchillo a lo paladio. | Fuente: Elaboración propia, Irene Jimeno Guadalix

A partir de estos sistemas constructivos, lo que la innovación y la investigación nos permita. Termino como empecé, con otra referencia de Fermina a su explicación de la cercha de madera de la sala multiusos de VRIN, un excelente ejemplo de hasta donde podemos llegar con unos buenos cimientos.


FUENTES BIBILOGRÁFICAS.

Cejudo, D. (2015). Cap 99-Sistemas constructivos II: Cubiertas | “Funcionamiento de las cubiertas de madera más usuales”

García López de la Osa, G. (2009). Tesis Master: Origen y evolución de la cercha.

Lozano Apolo, G. Tipologías estructurales de la vivienda popular castellana.


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