REHABILITACIÓN ENERPHIT DE CASONA DE INDIANOS PARA HOTEL

Asturias tiene un patrimonio arquitectónico muy amplio e interesante, donde las Casonas de Indianos son quizás la parte más destacada; sin embargo, en gran medida están obsoletas, con un deficiente estado de conservación, sin uso y faltas de mantenimiento. Hace unos años nos encargaron la rehabilitación para uso como hotel rural de una casona de indianos, Villa Marta, ubicada en Palacio de Ardisana, un pueblo del interior del concejo de Llanes, Asturias.

Estándar Passivhaus y certificación EnerPhit&lt

Les propusimos que su planteamiento de darle una segunda vida a un inmueble que había pertenecido a la familia desde su origen fuera aún más ambicioso y coherente con el contexto actual en el que nos encontramos. De esta manera, nuestra apuesta fue realizar un estudio a nivel energético del camino a seguir hacia los edificios de consumo energético casi nulo (EECN), desde la doble apuesta por la rehabilitación energética de un inmueble con más de 100 años de vida, con un grado de protección medio y la adopción de los rigurosos criterios del estándar Passivhaus y su sello de rehabilitación EnerPhit. Además de ejecutarla de acuerdo al estándar Passivhaus, hemos querido dar un paso más allá, y plantear una rehabilitación basada en criterios de bioconstrucción. Para ello, se ha priorizado el uso de materiales de bajo impacto ambiental, el uso de materiales de acabados que no emitan sustancias nocivas al interior del ambiente, y que tengan una buena transpiración para conseguir un ambiente interior sano. Todo ello supondría además diferenciarla positivamente del resto de casas, hoteles y apartamentos rurales, muy numerosos en esta zona. En este artículo nos centraremos en los trabajos que se llevaron a cabo con la madera como protagonista.

Proyecto de rehabilitación

La actuación que se plantea parte de una premisa: respetar y conservar las características de la arquitectura indiana asturiana presente en la vivienda objeto de proyecto. Además, la protección media del inmueble nos obliga a plantear la envolvente térmica por el interior de los muros de piedra existentes, manteniendo y recuperando al estado original la imagen exterior del inmueble. Estructuralmente la vivienda está compuesta por muros de carga de piedra en su perímetro y por muros interiores de fábrica de ladrillo macizo. Esta disposición determina funcionalmente la vivienda, con un pasillo central en planta baja de dirección norte-sur y la escalera al fondo, mientras que en planta primera el pasillo de comunicación cambia a este-oeste, dando así acceso a las dos galerías existentes en estas fachadas.

103 años de madera bien conservada

La madera es uno de los materiales más utilizados en la arquitectura tradicional asturiana. En las casas de indianos se empleaba principalmente en los forjados intermedios y de cubierta, en la escalera, en las galerías exteriores, en las ventanas y, en algunos casos de edificios de mayor antigüedad, se encuentran muros que alternan paños de piedra con entramados de madera de castaño para proporcionar más rigidez a la estructura. Nuestra preocupación inicial fue comprobar el estado de conservación de esa madera original de hace 103 años, y la grata sorpresa fue encontrarnos que prácticamente la totalidad de la madera estaba en buen estado, por lo que se mantiene dicha estructura siendo únicamente necesario algún refuerzo puntual en la cubierta. Al ser elementos lineales de madera, con baja conductividad térmica, puede realizarse la intervención por el interior, sin tener que desmontar todo el inmueble, ya que los puentes térmicos originados en estos encuentros son asumibles en el cálculo energético. La escalera, también de madera, se conserva tal cual, solo aplicándole un tratamiento superficial.

Forjados intermedios

En los forjados intermedios, debido a que había partes deterioradas por la entrada de agua se levanta la tabla existente en una franja de 50cm en todo el perímetro exterior de la edificación. De esta forma podemos dar continuidad al aislamiento y solapar la lámina de estanqueidad entre las diferentes plantas. Se mantienen las vigas existentes, que al ser de madera no se calculan como puente térmico. Lo que se hace en este caso es calcular una transmitancia térmica (U) mixta. Se cuenta por cada m² la parte proporcional de madera, con su conductividad, y la parte proporcional de aislamiento, y así calcular el valor mixto. Sobre la cara interior del muro existente se colocan dos capas de aislamiento de 4cm de espesor. La primera, casi continúa, solo se interrumpe por unas cuñas de madera que servirán para fijar y aplomar los rastreles verticales que van en la segunda capa. Posteriormente va la lámina de estanqueidad al aire y de control de vapor. Y por ultimo una tercera capa de aislamiento entre rastreles horizontales de madera a los que se fijará las placas de cartón yeso.

Cubierta

En la cubierta se mantienen las vigas principales, que se refuerzan con unas chapas de acero. En el proyecto se preveía dejar las vigas vistas por lo que para que la estanqueidad fuera continua era necesario pasar la lámina sobre las vigas antes de colocar los pontones. En la fotografía puede verse el detalle constructivo del proyecto y su ejecución en obra. Para la realización de un edificio de consumo energético casi nulo, bajo el estándar Passivhaus u otro similar, es fundamental partir de un proyecto con un nivel de detalle muy alto. Es necesario que esté todo planificado antes del comienzo de la obra, ya que durante su transcurso pueden surgir contratiempos, y más en rehabilitación, pero hay que procurar que estos sean lo más acotados posibles. En este caso, al hacer el primer test de estanqueidad, nos dimos cuenta que la estanqueidad al aire tal y como la teníamos prevista no funcionaba del todo bien, porque el aire entraba mínimamente en el encuentro con las vigas. Por este motivo se decidió recubrir con lámina de estanqueidad todas las vigas y con ello dejar ocultas las vigas. Otro detalle importante para conseguir una buena estanqueidad al aire es que en los puntos de fijación de los rastreles de madera a la lámina de estanqueidad es necesario colocar unas piezas pensadas para tal fin, que envuelven completamente el tornillo, y además las uniones han de realizarse mediante tirafondos.

Figura 1_ Fotografías de obra de la envolvente térmica pasiva en la rehabilitación Villa Marta. © DUQUEYZAMORA Arquitectos.

Ventanas

Las ventanas son un elemento constructivo fundamental en un edificio de consumo casi nulo. Es el punto más delicado para la estanqueidad al aire. Junto con el cambio de los colores de fachada, el despiece de ventanas es la única variación que se realizó respecto a la imagen exterior del edificio. Fue una decisión técnica y estética. Por un lado, a nivel técnico hay dos motivos: Respecto a la estanqueidad al aire, mantener el despiece de dos hojas abatibles no daba garantías de cumplir, salvo que pusiéramos un travesaño fijo en el medio. Y respecto al aislamiento térmico, nos interesa tener más superficie de vidrio que de carpintería. La transmitancia del vidrio triple es mucho menor (±0,5-0,6 W/m²K) frente a los 1,3 W/m²K de la carpintería de madera. Con esto tenemos menos pérdidas a través de las ventanas y más ganancias de radiación solar. Con el permiso de Patrimonio se realizó de esta manera, respetando la estética tradicional del edificio pero a su vez aportándole una imagen mucho más actual al exterior, y hacia el interior mucha más iluminación natural.

Edificio pasivo, sinónimo de confort y salud

Un edificio pasivo no solo es un edificio de consumo energético casi nulo. Es un edificio con un nivel de confort muy alto y también un edificio saludable para sus usuarios. En funcionamiento desde primeros de Junio, y con la certificación Enerphit recién conseguida, el hotel Villa Marta abre sus puertas para que cualquier huésped pueda conocer de primera mano el confort interior de las casas pasivas y disfrutar de un edificio con mucha historia donde la madera ha tenido un protagonismo importante en la rehabilitación.

Figura 2_ Fotografías de Villa Marta. © DUQUEYZAMORA Arquitectos.

Editores del post: Maderayconstruccion

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Duque y Zamora Arquitectos

Duque y Zamora Arquitectos

Alicia Zamora e Iván Duque arquitectos por la Escuela Superior de Arquitectura de Coruña y fundadores del estudio DUQUE Y ZAMORA ARQUITECTOS S.L.P. Un estudio formado por un equipo multidisciplinar que desde el principio han apostado por una arquitectura cuyos ejes directores fueran el confort y el bienestar de las personas y el respeto al medio ambiente. Este propósito inicial les ha llevado a centrar su formación y trabajo en la arquitectura bioclimática, el desarrollo de edificios de consumo energético casi nulo bajo el estándar Passivhaus, la bioconstrucción, la evaluación ambiental del edificio y la consultoría energética.  Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática por la Escuela de Arquitectura de Madrid, Máster en Bioconstrucción, acreditados como Certified Passivhaus Designer y Evaluadores Acreditados de la Certificación Ambiental VERDE de Gbce.  Premios: 1ºPremio Categoría Residencial Unifamiliar en el ámbito Nacional para Casa EntreEncinas en los IV Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León. 1º Premio Categoría Equipamiento en el ámbito Nacional para Rehabilitación de Casona de Indianos para Hotel Rural en los VII Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León.

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