NYC EN HORIZONTAL
“Nueva York, la ciudad que nunca duerme”. La urbe más poblada del país estadounidense se caracteriza por sus numerosos rascacielos de hormigón y metal, el frenético ritmo de sus calles, una impresionante oferta cultural y un gran parque metropolitano.
NYC: CONSTRUCCIÓN CON MADERA
La ciudad de Nueva York, como muchas otras ciudades del viejo continente, posee una gran cantidad de edificios industriales y residenciales, del siglo XIX, construidos con grandes estructuras de madera. Un ejemplo de este tipo de arquitectura son los antiguos almacenes de Chelsea, con sus grandes estructuras de techo de madera que hoy en día albergan algunas de las galerías más famosas del mundo. Sin embargo, desde entonces y hasta ahora, la madera no ha tenido mucho uso en los proyectos de la Gran Manzana.
En 1835, el Gran Incendio de Nueva York destruyó un enorme número de edificaciones de madera, la Bolsa de Nueva York y la mayoría de los edificios del extremo sureste de Manhattan, en torno a Wall Street. Como el incendio tuvo lugar en medio de un auge económico muy importante, se tomó la decisión de dejar de construir con madera, se prohibió seguir construyendo en la ciudad con este material, siendo rápidamente reemplazado por otros como la piedra y/o ladrillo, o posteriormente por el hormigón y/o acero. El miedo a que otro gran incendio, el de 1835 no fue el primero que sufrieron, arrasara con gran parte de la metrópoli vetó el uso de la madera como elemento estructural, el cual cayó en desuso, relegándolo únicamente a mobiliario y elementos decorativos.
Los “nuevos materiales” del momento prometían ser la panacea frente al fuego. No se romperían, no fundirían, no alterarían su composición debido a las altas temperaturas que alcanzan en un incendio. Ha sido cuestión de tiempo, conocer y reconocer que todos los materiales de la construcción tienen una reacción al fuego desfavorable, aunque unos mejor que otros, como es el caso de la madera. Es decir, el temor por el cual se expulsó la madera de la gran metrópoli no supone un problema.
HIGH LINE NYC
El High Line de Nueva York es un parque elevado construido sobre una antigua vía de tren. Este espacio, recuperado del pasado, recorre más de 20 calles, 2,3 km, y ofrece naturaleza, arte público y un punto de vista atípico de la Gran Manzana.
Está construido sobre una vía de tren elevada, en el oeste de Manhattan. Atraviesa, por las alturas, tres barrios: Meatpacking District, Chelsea y Hudson Yards. En los años 30 del siglo pasado, la vía del tren elevada donde se encuentra se utilizaba para transportar mercancías entre las fábricas y almacenes del oeste de Manhattan, una zona muy industrial. Con la llegada de los camiones, este sistema de transporte se fue perdiendo. En los años 80, la vía se abandonó por completo y se fue llenando de plantas y arbustos que crecían entre el cemento.
En un distrito como Manhattan, el de mayor población de los cinco que conforman Nueva York, cualquier metro en abandono puede ser una inversión millonaria. Por lo tanto, en los años 90, la ciudad decidió derribar esta vía para poder construir en este espacio. Sin embargo, la historia no tuvo ese final. Un grupo de vecinos comenzó a luchar para que el High Line se transformara en un parque público abierto a todo el mundo. Finalmente, en 2009 se inauguró este jardín elevado.
HIGH LINE: WOODLAND
Las actuales ciudad ejemplos del siglo XXI disponen de espacios públicos accesibles y abiertos que ayudan a mejorar la comunicación, seguridad y la salud física y mental.
El anterior mencionado HIGH LINE de Nueva York reúne todos estos requisitos y prueba de ello, es que alrededor de él se está generando un esplendor tanto social, cultural como económico. Todo ello, ha derivado en la necesidad de conectar esta antigua vía con otros lugares claves de la ciudad. Estos nuevos caminos transcurren por encima de calles muy transitadas, permitiendo a los vecinos y turistas conectar con el oeste de Manhattan, con un solo cruce de calles.
El recorrido hacia el poniente de Manhattan se realiza mediante un par de puentes que complementan y contrastan con la estructura existente del High Line. Fruto de la colaboración profesional entre Skidmore, Owings & Merrill y James Corner Field Operations.
El puente Woodland, que discurre a lo largo de la calle 30 es una viga Warren de madera procedente de plantaciones de gestión forestal sostenible. Las vigas Warren son un tipo de elementos estructurales triangulados. Su configuración se basa en triángulos equiláteros para minimizar su peso
Este puente, de 260 pies de largo, 80 m, y 128 toneladas, está formado por 163 vigas de madera laminada de cedro amarillo de Alaska, las cuales viajaron desde la Columbia Británica (Canadá) hasta Manhattan (EEUU).
Woodland se montó sobre el terreno, dos vanos de 25 metros con voladizo de también 25 m, y dos grúas lo izaron hasta su posición final. La llamativa estructura descansa sobre columnas de acero, en forma de Y, que se elevan 7 metros sobre el suelo.
Vídeo montaje e izado Woodland
Según la normativa vigente de EEUU esta construcción de madera es del tipo IV-HT (Madera pesada). La caracterizan como aquella en la que las paredes exteriores son de materiales no combustibles y los elementos interiores del edificio son de madera maciza, madera pesada laminada o madera estructural compuesta, sin espacios ocultos. En los elementos estructurales exteriores, como es el caso, que estén separados 6 m o más respecto del suelo, las dimensiones de escuadría de las piezas estructurales se determinan según unos coeficientes de seguridad de esta misma normativa.
Woodland es el punto de conexión de la búsqueda de la naturaleza entre tanto hormigón y asfalto. Es el puente de unión entre el bullicio incesante, el apabullante tráfico rodado y el descanso del tiempo. La vuelta de las estructuras de madera a la importante rutina de la ciudad.
Un poquito de nobleza entre tanta fragilidad.
Referencias bibliográficas.
https://untappedcities.com/2023/05/08/moynihan-connector-bridge-high-line/
Editores del post: Maderayconstruccion
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