Notre Dame: Una oportunidad desde las escuelas I

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Hace algo más de 4 años, el 15 de abril de 2019, sobre las siete de la tarde en París, Notre Dame comenzaba a arder. Aquel incendio destruyó la aguja metálica y la cubierta de madera de una de las catedrales más famosas del mundo.

FOTO 01. Cubierta de Notre Dame tras el incendio. Fuente: Yency Hernández, CNN

La estructura de madera de la cubierta de Notre Dame o también llamada “el bosque” era una de las más antiguas de París, del siglo XIII, solo superada por la de Saint-Perre de Montmartre (1147) y por algunos elementos de la de Saint-Germain des Prés. Conocida como “el bosque” por el gran número de vigas de madera, cada una procedente de un roble diferente. Este armazón gótico abarcaba 100 m de largo, 13 de ancho en la nave, 40 m en el crucero y 10 m de altura.

En el coro de la catedral se construyó un primer armazón con árboles talados hacia 1160-1170. Algunas de las maderas tenían ya trescientos o cuatrocientos años en el momento de la construcción, es decir, provenían de árboles de los siglos VIII o IX. El primer armazón ya no existe, pero algunas de las maderas se reutilizaron en el segundo armazón, instalado entre 1220 y 1240.

Sobre el segundo armazón descansa un tejado de plomo, formado por 1.326 tablas de 5 mm de grosor que pesan un total de 210 toneladas. En los siglos IX y XII, los tejados de las iglesias se cubrían con tejas planas. Como París carecía de yacimientos de arcilla, se prefirió la cubierta de plomo. En 1196, el obispo Maurice de Sully legó en su testamento 5.000 libras para la compra de plomo. Las armaduras del coro y de la nave sobrevivieron el paso del tiempo, hasta el fatídico incendio de 2019.

Reconstruir Notre Dame

Escasas semanas después, aun cuando estaban evaluando los daños de la cubierta, arquitectos y diseñadores de todo el mundo se lanzaron a publicar sus ideas de reconstrucción de la cubierta de Notre-Dame, desde un bosque o un criadero de abejas hasta una piscina, prácticamente todas ellas soluciones inviables.

FOTO 02. Algunas de las creativas soluciones Fuente: El País

Paralelamente, la asociación “Restaurar Notre Dame”, creada tras este suceso, convocó un comité científico y técnico para este fin. Sin embargo, un año después de este histórico acontecimiento la asociación decidió renovar estos comités incorporando otro de cooperación universitaria. A diferencia de las numerosas propuestas de reconstrucción formuladas por los arquitectos en los meses siguientes al incendio, el programa universitario pretendía promover la madera y conseguir que los estudiantes al final de su formación inicial trabajaran en el proyecto de reconstrucción de la cubierta de Notre-Dame. El comité de expertos supervisó estas iniciativas para aumentar la fiabilidad y la credibilidad de los trabajos propuestos.

Programa académico universitario

La asociación propuso y aprobó en junio de 2020 el programa de actividades académicas, el cual consistía en 3 fases en consonancia con el calendario universitario e involucraba a 5 escuelas.

Esta implicación de la enseñanza superior, en un tema poco frecuente, brindó a los estudiantes la oportunidad de familiarizarse con las complejidades de trabajar en un edificio notable, como es un monumento protegido con más de 800 años de historia, reconocido de interés público y cultural. Con esta iniciativa los estudiantes pudieron aplicar este noble material, la madera, y su puesta en obra, colaborando con sus competencias de arquitectos e ingenieros en una experiencia única.

Acción universitaria

FOTO 03. Estudiantes y profesionales expertos del grupo de Restaurar Notre Dame Fuente: Asociación Restaurar Notre Dame

Para llevar a cabo el programa de acción universitaria, el comité eligió a cinco escuelas, por su experiencia e interés en los materiales de madera y su aplicación. Estas fueron la École Nationale Supérieure d’Architecture de Nancy, la École Nationale Supérieure des Technologies et Industries du Bois , la École Supé rieure du Bois, la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sarre en Saarbrücken (Alemania) por su investigación sobre la atmósfera en las iglesias y la participación de la École Nationale de Météorologie de Toulouse.

En el marco de este programa, 50 estudiantes fueron movilizados y supervisados por sus profesores y apoyados tanto por el comité de expertos de la asociación, como por el de científicos. Con el fin de abarcar todos los ámbitos relacionados con la rehabilitación de la cubierta de Notre Dame, estos comités estaban formados por un amplio abanico de profesionales: carpinteros, techadores, ingenieros/arquitectos, calculistas de estructuras, expertos en patrimonio, ingenieros forestales, académicos, investigadores universitarios, etc. El objetivo era recabar una opinión profesional objetiva en sus propios campos de especialización sobre los trabajos realizados, y de beneficiarse de un foro de intercambio y debate sobre las cuestiones planteadas.

Planificación

Este proyecto se programó y se desarrolló en 3 fases a lo largo de un año, de septiembre de 2020 a septiembre de 2021

FOTO 04. Planteamientos de partida de la reconstrucción de la catedral Fuente: Asociación Restaurar Notre Dame

La primera fase tuvo lugar de septiembre de 2020 a diciembre de 2020, en la cual se estudió la reconstrucción del armazón, la aguja y el tejado, examinando la estructura en su conjunto y vislumbrando las posibilidades de reconstrucción.
La segunda fase comenzó en octubre de 2020 y finalizó en febrero de 2021, en ella se trataron aspectos específicos de la estructura del tejado de la catedral.
Por último, la tercera fase se centró en desarrollar una herramienta de simulación que permitiera comprender los fenómenos que afectan a las armaduras, incluyendo la pérdida de humedad de la madera durante su uso. Esta etapa transcurrió durante los meses de marzo a septiembre de 2021.

El conjunto de estos trabajos pretendió dar continuidad a la reflexión sobre la reconstrucción de la estructura de madera y de la aguja, así como de la cubierta, aportando más detalles en cada fase. No obstante, este programa universitario no sustituyó, ni así se prendía, a los estudios profesionales y no pudo considerarse en la fase primera como una restauración “idéntica” desde el punto de vista patrimonial, pero si sirvió para que los arquitectos recibieran información real sobre las distintas exigencias técnicas, pero también sobre los escollos que hay que evitar en este tipo de armazón medieval.

FOTO 05. Maquetas a diferentes escalas del “bosque” y chapitel. Fuente: Asociación Restaurar Notre Dame

En la segunda parte de esta publicación descubriremos los trabajos realizados en estas tres fases y cómo todo este tiempo de investigación y simulación sirvió para la actual reconstrucción de la simbólica Notre-Dame.