Casa de la antigua escuela

Arquitectura: Bindloss Dawes

Fotografía: Francesca Ióvene

Desde: Divisare

Bindloss Dawes ha presentado una notable transformación de Old School House de Pitcombe, una propiedad catalogada de Grado II ubicada en un pintoresco valle en Somerset, que combina el carácter original con la arquitectura contemporánea. 

La nueva ampliación de madera muestra la dedicación a la artesanía de los arquitectos británicos Bindloss Dawes, conocidos por sus rigurosos detalles y composiciones de materiales que equilibran las sensibilidades de la ciudad y el campo, realizados en estrecha colaboración con el cliente, la curadora de color de Farrow & Ball, Joa Studholme, y su esposo Andrew.

El edificio del siglo XIX se construyó por primera vez en 1864 como escuela local y se convirtió en una casa en la década de 1940. Posteriormente se amplió en la década de 1970, pero esto dio como resultado un ala de dormitorios mal planificada que se asentaba de manera pesada y poco simpática en el edificio original. Bindloss Dawes recibió el encargo en 2018 y durante el trabajo de diseño inicial quedó claro que la mejor solución sería eliminar la ampliación defectuosa y comenzar de nuevo.

Inspirándose en el edificio original, Bindloss Dawes ha diseñado una ampliación totalmente de madera que es a la vez distinta y sensible a la casa de la vieja escuela. Al combinar la masa y la forma del tejado existente y seguir el plano del edificio original, la nueva ampliación se integra de forma cómoda y natural en su entorno. Sin embargo, el diseño también es decididamente contemporáneo, ya que combina líneas limpias, detalles meticulosos y principios de construcción sostenible. El resultado es que la nueva ampliación celebra el legado del edificio original y crea algo audaz y contemporáneo, que resuelve problemas de distribución de larga data para crear una casa bien equilibrada.

La nueva ampliación está construida con una estructura de entramado de madera muy aislada y rentable, revestida íntegramente de castaño dulce inglés. El castaño se eligió por su sostenibilidad, estabilidad y veta elegante, pero también por su resistencia a la intemperie, lo que significa que en los próximos años toda la ampliación se irá suavizando poco a poco hasta adquirir un tono gris plateado claro, que complementará la piedra local desgastada de la casa principal.