Sumideros de carbono
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En los últimos años hemos sufrido grandes transformaciones en la historia de la humanidad: en el ámbito político, económico y en general, a nivel global. La escasez de recursos, el cambio climático y el crecimiento de la población lideran la evolución de nuestro desarrollo como sociedad.
El sector de la construcción es uno de los mayores focos de emisiones de CO2 en el mundo. El cambio climático está atribuido en gran medida a la actividad humana, principalmente a la quema de combustibles fósiles. Por ello, el empleo de madera como material constructivo representa una forma eficaz y sencilla de reducir las emisiones del principal gas de efecto invernadero, así como de reducir el consumo de materiales y el desperdicio de residuos en la construcción.
Casa ZW
El proyecto Zero Waste House (Casa ZW) se basa en la economía circular, la comunidad y la ecología. Estos conceptos determinan la arquitectura de los edificios y el uso de los espacios urbanos.
La Casa ZW, situado en Žalec (Eslovenia), es un proyecto de renovación y adaptación al cambio climático. Explora la noción del bien común, incluyendo a la comunidad. La forma sigue a la función es el hilo conductor de los principios de diseño de la Casa ZW, fusionando el patrimonio con prácticas de construcción innovadoras, modernas y accesibles. La Casa ZW está pensada como una vivienda unifamiliar.
Este proyecto adopta una dimensión socioecológica en su marco conceptual, como un ejercicio de rehabilitación. La casa y el terreno forman parte del procomún a través de la ecología y el clima de la región. Como tal, la casa interactúa con el entorno cambiante y conserva o absorbe la energía disponible. Para ello, se aplicaron principios de diseño similar a los tradicionales, pero con tecnología moderna y normas medioambientales novedosas derivadas de la adaptación del cambio climático.
El objetivo clave de este proyecto era reconstruirlo de la forma más benigna con la naturaleza, utilizando el mínimo de energía durante el proceso de construcción y posteriormente durante la habitabilidad. También se pretendió potenciar la biodiversidad y permitir la integración con los elementos naturales (sol, agua y viento)
La Casa ZW presenta formas tradicionales y fácilmente reproducible, adaptadas a un entorno cambiante, proporcionando una síntesis de la estética patrimonial y de los futuros requisitos medioambientales, dando como resultado un diseño regenerativo.
Los materiales recuperados en el proceso de deconstrucción se clasificaron y utilizaron en consecuencia, ya fuese con fines estructurales u ornamentales. Materiales de al menos más de 100 años, difíciles de conseguir como la madera antigua, o difíciles de reutilizar como la piedra y el ladrillo. Además, debido a las mejoras de las normas constructivas y de sostenibilidad, era necesario realizar una intervención de mayor alcance.
El propósito de la fase de demolición fue categorizar y desviar la menor cantidad posible de material al vertedero. Desde el principio, la catalogación de los materiales recuperados y la planificación de contingencias tuvo como finalidad la reutilización de al menos el 80% de los materiales de la propiedad. Representando la experimentación de la microeconomía circular al fusionar los materiales naturales y recuperados con una estética ecológica emergente (regenerativa). Como resultado, el patrimonio cultural se preservó y actualizó.
La estructura de la Casa ZW consta de un esqueleto de madera laminada encolada, construido por una empresa local especializada. La estructura de madera podrá ser reutilizar en un futuro y mientras esté en pie, almacenará unas 70 toneladas de carbono. Este entramado de madera laminada encolada permitió desarrollar diversas formas modernas en sintonía con las condiciones ecológicas locales. También se incorporan características del diseño Passivhaus, como por ejemplo, ventanas de triple acristalamiento y aislamiento natural de 40 cm de grosor a base de lana de roca.
Esta construcción está principalmente hecha de materiales naturales: enlucido de arcilla, estructura y suelo de madera y decoración y tejado de ladrillo. La fachada ocultará los elementos de madera, favoreciendo la integración del proyecto con el entorno construido existente. El proceso de construcción permitió la inclusión de la comunidad local a través de talleres de diseño circular. Así mismo, la inclusión activa de los proveedores en la fase de diseño tuvo como fin la transferibilidad de los resultados del proyecto y su posterior reproducción, adaptación e innovación.
Con la Casa ZW se pretende lograr mejoras constantes en la adaptación del diseño de los hábitats urbanos para soportar condiciones climáticas sin precedentes. Así pues, este proyecto está en constante movimiento, buscando mejoras en materia de energía, agua, residuos y alimentación.
Casa redonda
La Casa Redonda es una construcción móvil, totalmente natural y desmontable. No está firmemente sujeta al suelo y no está conectada a ningún servicio público, es totalmente independiente y autosuficiente.
La prioridad de este proyecto es mitigar el cambio climático. Encontrar la armonía entre la naturaleza y la tecnología. La casa se construyó en colaboración con artesanos locales, bajo la supervisión del director del proyecto. Toda la construcción consta de elementos constructivos portátiles (particiones verticales y horizontales), realizados con materiales naturales, locales, utilizados con moderación: madera, paja, arcilla, piedra, lana de oveja/cáñamo y aceites naturales.
Los cimientos, desmontables, de la casa están formados por vigas de madera fijadas con tornillos en las piedras y rocas originales de la pendiente del terreno. La estructura se instaló al terreno, sin modificarlo. La casa se encuentra elevada respecto del suelo, respetando un espacio libre, donde “respira” tanto la construcción, como el terreno.
El forjado y las particiones perimetrales e interiores están ejecutadas con entramado de madera aserrada y aislamiento de lana de oveja y cáñamo de km 0.
La forma redonda protege la casa contra el viento, favoreciendo el paso del aire en movimiento. La ventilación interior de la casa se proporciona a través de la claraboya redonda que se abre en medio del tejado.
La electricidad la genera un sistema solar, compuesto por dos paneles solares de 500W en total y una batería solar de 230Ah/2500Wh. Con un convertidor de 600W 12V/230V, es totalmente suficiente para alimentar todos los equipos básicos de la casa. Y la conexión a Internet se realiza vía satélite, inalámbrica.
Referencias bibliográficas
https://www.ebrdgreencities.com/policy-tool/zero-waste-strategy-ljubljana-slovenia
Irene Jimeno – Toca Madera
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