RENOVAR CON MADERA. Reflexiones en torno a la reconstrucción de Nôtre Dame.
Lo que nunca debió ocurrir.
El lunes 15 de abril de este año permanecerá en nuestra memoria asociado al triste recuerdo del incendio de Nôtre Dame de París –atizado por la gran difusión de los medios de comunicación al producirse en plena Semana Santa y recibir cobertura mundial en directo. Las imágenes tomadas en esos días son impactantes y transmiten con fuerza el drama.
Este recuerdo está estrechamente vinculado con la inmediata desazón de pensar en la repercusión de un gran incendio mediático para la imagen de la madera como material de construcción… Qué fatalidad, que una construcción que lleva ochocientos años en pie arda literalmente como una tea ante los atónitos ojos del mundo, en sólo unas horas! De inmediato, la reacción sucesiva es la indignación: ¿cómo es posible? ¿cómo puede producirse un incendio tan desastroso en un edificio que es un icono mediático, en un país con infraestructura y con recursos económicos para proteger su patrimonio? Con la experiencia acumulada por incidentes en arquitectura monumental durante los últimos cincuenta años –en muchos casos durante el proceso de restauración- y con la tecnología disponible hoy en día en materia de detección y extinción de incendios parece surrealista que un drama como el de París pueda haberse producido.
Lo siguiente, obviamente, es ¿y ahora, qué? Macron tardó pocas horas en comprometerse a reconstruirla en los próximos cinco años. Y el gobierno francés al tercer día anunció la convocatoria de un concurso internacional para la reconstrucción de la aguja del crucero (1) . A partir de ahí se ha iniciado el consiguiente debate teórico sobre las posibilidades de la intervención, que promete mantener vivas las ascuas del asunto durante algunos meses. El tema dará mucho que hablar y suscita variadas líneas de pensamiento que resumimos en estas reflexiones.
Sobre el concepto de restauración.
La Carta de Venecia (1964) ya estableció que “los elementos que reemplacen partes inexistentes deben integrarse armoniosamente, pero distinguiéndose claramente de los originales, a fin de que no se falsifique el documento artístico o histórico”. Pero la integración armoniosa es un arma de doble filo, y ya sabemos que puede conducir a una variedad insospechada de soluciones…
En este punto se plantea en toda su complejidad el problema de acometer la reconstrucción. Han surgido numerosas voces que abogan por el enfoque desde la conservación, la humildad y el respeto a las preexistencias. Y más aún, ciertas corrientes críticas apuestan por respetar el ‘espíritu común’ que guió el impulso constructor de la catedral, una verdadera obra colectiva de la sociedad de su tiempo –aunque posteriormente adaptada y retocada a lo largo de la historia, de forma especial durante el s. XIX con las intervenciones de Lassus y Viollet-le-Duc. En este sentido reclaman participación pública para consensuar la mejor solución. Por otro lado surgen tendencias que aprovechan la ocasión histórica para ondear la bandera de la Contemporaneidad con propuestas transgresoras que reafirman el presunto espíritu de nuestra época. A tal efecto internet se va haciendo eco de ideas estrafalarias o supuestamente impactantes que arquitectos de todo el mundo están volcando en redes sociales –en una especie de desaforado concurso off-the-record que alimenta la hoguera de las vanidades. Sin ir más lejos, aquí.
Opciones tecnológicas
Con la perspectiva histórica y tecnológica que nos da nuestra visión del siglo XXI cabe hacer una reflexión serena para distanciarse de modas y artificios, y posicionarse en un ponderado punto de equilibrio. Norman Foster, con su proverbial mirada de ecuanimidad ingenieril ha dicho:
“Nôtre Dame de París es el monumento de alta tecnología más importante de su época en términos de ingeniería gótica. Como muchas catedrales, su historia es de cambio y renovación. A lo largo de los siglos, los techos de las catedrales medievales han sido devastados por incendios y reemplazados. En todos los casos, el reemplazo utilizó la tecnología de construcción más avanzada de la época; nunca replicó el original” (2).
Y hay sobrados casos que apoyan este criterio. La cubierta de la catedral de Chartres ardió en 1836 –con consecuencias muy similares al caso que nos ocupa. El ingeniero Émile Martin diseñó una estructura a base de perfiles tubulares metálicos en forma de quilla invertida, que está en pie desde entonces; la catedral de Metz se incendió en 1877, y también se resolvió la nueva cubierta con un entramado metálico; en el caso de Reims, cuya techumbre ardió en el incendio producido por el bombardeo alemán en 1914, el arquitecto Henri Deneux recurrió a un ingenioso sistema de piezas prefabricadas de cemento armado unidas por chavetas de roble conformando los pórticos estructurales, todo ello bajo una nueva estructura fuertemente apuntada que reconstruía el volumen exterior original (3).
Por otro lado, en los primeros días tras el incendio se sucedieron declaraciones a favor de la restauración historicista de monumento. La Federación de silvicultores privados de Francia hizo un llamado para buscar la madera que sustituya a la original de La Forêt –la estructura del siglo XIII formada por al menos 1300 troncos enterizos de roble, equivalente a más de 21 hectáreas de árboles centenarios, procedentes además de bosques primarios–.
Bertrand de Feydeau, Vice-Presidente de la Fondation du Patrimonie, ha afirmado con rotundidad que la carpintería estructural original no es reconstruible, no hay manera de conseguir tal cantidad de madera en el tiempo previsto –simplemente no existe. “Será necesario aplicar en la obra tecnologías innovadoras que dejarán al exterior el aspecto de la catedral tal y como la amamos, pero no podremos recuperar la visita misteriosa al gran bosque de la catedral” (4).
No culpen a la madera.
En un breve artículo publicado con rapidez tras el suceso, la arquitecta Idoia Camiruaga, Vocal de ICOMOS España (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo asesor de la UNESCO en materia de patrimonio) escribió con acierto: “El incendio de Nôtre Dame no se debió a la estructura de madera. Esa estructura llevaba ahí, pacíficamente colocada, muchos años y, probablemente, habría seguido otros muchos más si no se hubiera interpuesto un descuido en una obra de restauración. Que se haya producido un incendio de esa gravedad no quiere decir que hay que eliminar las estructuras de madera o evitar las restauraciones” (5). No se puede decir más claro.
Corolario: una propuesta.
Considerando todo lo anterior, y a la vista de las imágenes, hemos ido dando forma a una idea-no-descabellada: la reconstrucción de la cubierta de Nôtre Dame debiera hacerse con madera. Pero no como una restitución romántica del trabajo de los carpinteros medievales –imposible como hemos visto en cualquier caso.
Estamos hablando de reconstruir la cubierta utilizando madera tecnificada, es decir, piezas estructurales de madera laminada configurando, bien pórticos hiperestáticos, bien pórticos articulados con atirantados metálicos. Esta solución permitiría su extensión a la configuración de la aguja, también con madera laminada o madera termotratada–pero sin emular las formas historicistas de la versión del diecinueve.
La madera tratada resulta inerte frente a ataques externos de xilófagos y hongos. Adecuadamente protegida, y complementada con modernos sistemas de detección y extinción de incendios –mediante gases especiales, por ejemplo, constituiría una solución duradera, moderna y sostenible. Exteriormente podría protegerse con planchas metálicas con una solución a la vez moderna y discreta, recuperando el volumen original.
Se trata, en definitiva, de utilizar madera tecnificada como solución idónea para vincular pasado y futuro. Al fin y al cabo, para muchos está destinada a ser el material emblemático del s.XXI.
Parece viable, no?
Referencias:
(1)https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/francia-lanza-un-concurso-de-arquitectura-para-reconstruir-la-aguja-de-notre-dame/22671
(2) Foster niega propuesta para reconstrucción de Notre Dame_ ICON Design _ EL PAÍS
(3) Reconstrucción e invención_ lo que le espera a Notre Dame _ Arquine
(4) https://lesavoirperdudesanciens.com/2019/04/la-charpente-de-notre-dame-de-paris nest-pas-reconstituable
(5) Incendio de Notre Dame_ No culpen a la madera _ Cultura _ EL PAÍS
Editores del post: Maderayconstruccion
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