CRADLE TO CRADLE.
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El mundo está experimentando la mayor transformación en la historia de la humanidad: la escasez de recursos, el cambio climático y el crecimiento de la población, con su correspondiente urbanización, el consumo de espacio, la necesaria eficiencia energética, la dinamización de la economía y de los modelos de vida, la digitalización, etc. Todos estos asuntos plantean inmensos desafíos para el sector de la construcción, que cada vez más se están convirtiendo en focos de interés social.
El planeta tierra es un sistema materialmente cerrado. La demanda de recursos no para de crecer, dando lugar a los actuales problemas de distribución y de costes de materias primas en los mercados interconectados a nivel mundial.
En las próximas décadas surgirán en todo el mundo nuevas regiones metropolitanas con poblaciones equivalentes a las mundiales de hace un siglo. Y las ciudades existentes seguirán creciendo, pero en su mayor parte habrá que rehabilitarlas y acondicionarlas.
¿Podremos y podrá nuestro planeta con todo esto?
Economía circular.
El paradigma “Cradle to Cradle” no aspira a reducir el consumo, sino a promover un concepto nuevo de industria en el que todo pueda reutilizarse. Este concepto nos enseña que la mejor forma de ser sostenible es imitando a la naturaleza, donde el residuo de un sistema se convierta en nutriente para otro. Nada se desperdicia, nada es un residuo.
Parece inevitable una transición de la economía lineal actual a un sistema circular de reciclaje. Sin embargo, es necesario estudiar esta corriente con más detenimiento. En primer lugar, porque la “segunda vida” de los materiales de construcción no se puede reutilizar con el mismo nivel de calidad y, en segundo lugar, porque muchas de las materias primas que se han utilizado hasta el día de hoy solo son reciclables en una medida muy limitada, no fueron creadas para reutilizarse en un futuro. Por ejemplo, muchos materiales de construcción no pueden separarse unos de otros o a menudo están contaminados o contienen componentes indefinidos. Por lo tanto, reciclar en estos casos solo retrasa el problema de la escasez de recursos, ya que el final de la vida útil del material será otro desecho más.
Edificios y ciudades.
Los requisitos de acción para el futuro de nuestras ciudades y edificios están claros: deben transformarse en almacenes de materias primas en los que todos los materiales de construcción puedan reciclarse con una calidad continua. Así mismo, el empleo de materiales de construcción renovables favorecerá una arquitectura más sostenible, respetuosa con el medio ambiente.
En la actualidad estamos lejos de conseguir que el suministro de nuestra energía sea regenerativa. En el año 2019 los desechos de construcción y demolición sumaron un total de 363 millones de toneladas en la UE. Por ello, el objetivo debe ser diseñar edificios con recursos positivos. Esto incluye una mayor flexibilidad en la estructura principal del edificio, el desmontaje no destructivo de los componentes esenciales del edificio (sin mermar sus propiedades estéticas y funcionales) con el fin de reutilizarlos hasta el fin de su vida útil.
Para que la arquitectura pueda cumplir con estos complejos requisitos, se deben cumplir esencialmente tres condiciones previas:
- Los desechos se convierten en un recurso.
- Todos los recursos materiales utilizados pueden devolverse al ciclo biológico (biosfera).
- O al ciclo tecnológico (tecnosfera) y reciclarse una y otra vez al mismo nivel de calidad.
Deben evitarse los materiales compuestos. Los componentes de los materiales de construcción individuales deben estar disponibles de forma transparente. Y las estructuras desmontables deben ser inherentes al sistema.
Energías renovables.
El sector de la construcción es uno de los mayores focos de emisiones de CO2 en el mundo. El Cambio Climático está atribuido en gran medida a la actividad humana, principalmente a la quema de combustibles fósiles. El suministro energético debe provenir de energías totalmente renovables. Los edificios deben hacer una contribución activa a la biodiversidad, en lugar de reducirla.
La eficiencia energética de nuestros proyectos demanda recursos que aumentan el consumo de los mismos. Por lo tanto, es fundamental entender que necesitamos medidas reales para conservar los recursos además de aumentar la eficiencia de nuestras construcciones. Esto se puede hacer con tácticas económicas circulares que deben ser la base de todas las estrategias conceptuales y de diseño al planificar y construir en nuestro futuro y presente más inmediato.
WOODSCRAPER.
Un ejemplo de la posibilidad de construir con recursos positivos es el proyecto WOODSCRAPER, el cual se llevó a cabo después de desarrollar un análisis integral del ciclo de vida del mismo.
Financiado por la Fundación Ambiental Federal Alemana (DBU), WOODSCRAPER es un edificio reciclable de gran altura hecho de madera. Con este proyecto consiguieron argumentar que la sostenibilidad y el diseño no son términos opuestos, sino que el diseño es la clave para los desafíos futuros. Mediante una planificación racionalizada e integral fue posible demostrar que la construcción con recursos positivos a través de tecnología avanzada es posible hoy en día sin costes adicionales. Para ello se tuvo en cuenta la integración de los costes de inversión y el análisis de evaluación del ciclo de vida en el proceso de diseño.
Pensar desde el final es la premisa para el inicio de la construcción del futuro.
Construir con recursos positivos significa que durante toda su vida se generan más recursos de los que se necesitan para su construcción y reparación. Significa que los recursos utilizados se puedan recuperar según el tipo y, en el mejor de los casos, vuelvan a crecer por completo durante un periodo de tiempo.
Cradle to Cradle con madera.
La creación de basura es cosa del pasado. El ahora es reciclar y reutilizar, ¿qué material constructivo nos permite hacerlo fácilmente? La madera.
La madera nos permite desmantelar los proyectos para su posterior uso con el fin de cerrar los ciclos de los materiales. Además, las materias primas renovables utilizadas para nuestras construcciones sirven como almacenamiento de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, en WOOSCRAPER se almacenó más gases de efecto invernadero durante su construcción que los necesarios para la misma.
Un mundo organizado circularmente jugará un papel esencial en la próxima época post-fósil, “Reiniciar la Arquitectura”. Pero para ello es necesario comenzar un amplio debate. Este proceso es una gran oportunidad para darle al entorno construido un nuevo significado y profundidad de contenido. Solo así la arquitectura puede estar a la altura de su responsabilidad con la sociedad.
Referencias bibliográficas.
https://www.ubm-development.com/magazin/woodscraper-wolfsburg/
Braungart, M. y McDonough, W. (2011) Cradle to Cradle (De la cuna a la cuna). Rediseñando la forma en que hacemos las cosas.
Finkbeiner, J. (2019). Cradle to Cradle, Entwerfen und Konstruieren mit Holz: Erfahrungen, Erwartungen, Visionen 25 Internationales Holzbau-Forum /HF 2019, 427-432.
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Irene Jimeno – Toca Madera
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